La transición desde los sistemas analógicos a los digitales ha permitido acelerar y abaratar la gestión de la información, y de cualquier proceso, en una medida impensable hace no más de 30 años. Sin embrago la velocidad de penetración en diferentes ámbitos está siendo distinta. Un caso mu palpable en el sector energético es la diferencia entre el nivel de digitalización de los sistemas eléctricos frente al de los sistemas térmicos (aunque funcionen a base de electricidad), aun existiendo la tecnología y los equipos que la incluyen.
Como ejemplo, hay que decir que muchos usuarios domésticos programan el arranque de sus lavadoras o lavaplatos, teniendo en cuenta los precios de la electricidad en el mercado mayorista, pero siguen regulando la temperatura de sus viviendas en función de su sensación subjetiva de confort. O bien el hecho de que, al hablar de comunidad energética, se sobreentiende que se está hablando de una comunidad de autoconsumo eléctrico
La desfosilización de los sistemas energéticos de las ciudades de 2050 requiere del uso de todas las herramientas disponibles y una de ellas es una gestión inteligente, eficiente y en tiempo real de las cargas térmicas, con el doble objetivo de prever y aplanar las puntas de demanda, y maximizar el uso de las energías renovables y residuales. Y todo lo anterior, solo se puede acometer de una forma eficaz y aun coste asumible empleando la digitalización a todos los niveles.
Resultado de este taller podrá encontrar en el siguiente enlace, el informe final con todo detalle de participantes a los que queremos agradecer su apoyo y colaboración y participación
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PTR-2016-0750